Resultados 1060228

 

Luis E. Cornejo B., Lorena Sanhueza R., María Teresa Planella O., Miguel Saavedra V. y Patricio Galarce C.

 

En este proyecto de investigación se plantearon tres hipótesis fundamentales.

 

1) La prolongación de modo de vida cazador recolector hacia tiempo tardíos y su consiguiente coexistencia con poblaciones hortícolas semisedentarias y productoras de alfarería del Período Alfarero Temprano (PAT) y, posteriormente, con agricultores sedentarios del Período Intermedio Tardío (PIT), que ha sido posible identificar en la cuenca cordillerana del río Maipo, es un fenómeno que se extiende a otras regiones de Chile Central. Esto se verificaría en la continuidad, entre otras cosas,  de la movilidad logística, la continuación de un tecnología lítica expeditiva y la fuerte dependencia en los recursos de caza y recolección. Sin embargo, esta continuidad se daría en el marco de la adaptación de bienes y recursos (cerámica y cultivos) provenientes desde sus vecinos hortícolas/agrícolas y alfareros.

 

2) La coexistencia de los cazadores recolectores y las nuevas poblaciones se produjo de acuerdo a lógicas distintas. Durante el PAT, la coexistencia con las poblaciones horticultoras fue relativamente interdigitada, situación favorecida por la propia diversidad de dichos Horticultores Tempranos. Por su parte, durante el PIT se habría terminado la coexistencia relativamente ínter digitada preexistente, concentrándose los cazadores recolectores en los territorios más alejados de los valles propicios para el desarrollo de la agricultura.

 

3) La coexistencia de los cazadores recolectores con poblaciones más sedentarias y, por lo tanto, más localizadas en el espacio, significó un incremento y complejización de la movilidad logística que había caracterizado a las poblaciones del Arcaico IV, la cual, a su vez, se relacionaría con una intensificación de la economía de estos grupos. Estas modificaciones en los patrones de movilidad serían especialmente importantes durante el PIT, dada la presencia de poblaciones definitivamente agrícolas y sedentarias de este momento, que desarrollarían un mayor control sobre el territorio.    

 

 

Los resultados obtenidos en esta investigación han generado un conjunto de evidencias que permiten discutirlas. En primer lugar, el estudio de cuatro nuevas localidades de Chile Central (Alto Maipo, Laguna de Aculeo, Rungue-Montenegro y cordillera de río Aconcagua), dejó de manifiesto qué el fenómeno de los cazadores recolectores tardío, es decir contemporáneos a los periodos Alfareros, no se manifiesta únicamente en el territorio cordillerano previamente estudiado. Una parte importante de los sitios estudiados en Rungue-Montenegro (cordón de Chacabuco) fueron ocupados por estos cazadores recolectores y sus asentamientos corresponden principalmente a sitios al aire libre que incluyen piedras tacitas (ver Planella et al 2010 Ms), los cuales parecen haberse comenzado a utilizarse a finales del Arcaico y, al menos, durante todo el periodo Alfarero Temprano. Del mismo modo el estudio del Alto río Maipo (Cornejo y Sanhueza 2010a Ms), demostró ser un territorio habitualmente ocupado por cazadores recolectores tardíos de tradición arcaica. En este caso, no obstante, las evidencias destacan con claridad su presencia tanto para el periodo Alfarero Temprano como para el periodo Tardío. Destaca en todos estos sitios el uso de una tecnología lítica claramente curatorial (Galarce et al 2007 en Prensa, Cornejo y Galarce 2009 en prensa) y la utilización de vasijas de los estilos propios de las cuencas de Santiago y Rancagua. Por otro lado, el estudio de las región cordillerana del Río Aconcagua (Cornejo y Sanhueza 2010b Ms) y de la Laguna de Aculeo en el Valle Central, demostró la escasa o nula presencia de cazadores recolectores, ya fueran arcaicos o posteriores.

 

En segundo lugar, todos los datos recolectados apuntan a que la continuidad del modo de vida cazador recolector se enfrentó a situaciones distintas entre el periodo Alfarero Temprano y los tiempos posteriores. La mayor parte de los sitios estudiados presentan densos estratos con ocupaciones asignables al periodo Alfarero Temprano, mientras que sólo en la parte superior de algunos se puede advertir ocupaciones mucho más efímeras asignables a tiempos más tardíos. Esto, sin duda demuestra que los asentamientos utilizados, en algunos casos desde tiempos arcaicos, tuvieron un cambio de dinámica importante alrededor del final de primer milenio de nuestra era. En los estudios realizados previamente se observó con claridad la interdigitación de asentamientos de cazadores recolectores y de horticultores, cosa que al menos en Alto Maipo también fue posible verificar ahora (Cornejo y Sanhueza 2010b Ms). Falta generar un marco interpretativo para esta situación, pero sin lugar a dudas la menor afinidad en los modos de vida entre los cazadores recolectores y los agricultores del periodo Intermedio Tardío debió resultar gravitante. Es más, un asentamiento Inka encontrado en el Alto Maipo parece corresponder a la intención manifiesta de marcar una frontera (Cornejo 2008) entre el territorio del Estado y el de los cazadores recolectores que continuaron utilizando el territorio trasandino hasta tiempos históricos.   

 

Por ultimo, la hipótesis relativa a los cambios en la movilidad y las estrategias económicas de los cazadores recolectores entre el Arcaico y los periodos Alfareros, por ahora carecen de un gran cúmulo de evidencia. Sólo se ha podido advertir dos situaciones que podrían dar luz sobre este tema. Por un lado, en la mayor parte de los sitios en que se observa una continuidad de ocupaciones de cazadores recolectores desde el Arcaico hasta periodos Alfareros, se pudo constatar una disminución en el énfasis curatorial de la tecnología lítica (Galarce et al 2008 en prensa; Cornejo y Galarce 2009 en prensa). Esta disminución, si bien no significa que la lítica de los cazadores recolectores no sea curativa, puede ser producto de un leve cambio en las estrategias de movilidad. Por su parte, específicamente en el Alto Maipo, se ha constatado un importante cambio en la forma que adquieren los asentamientos de los cazadores recolectores entre el Arcaico y tiempos Alfareros. Los asentamientos Arcaicos consisten en ocupaciones al aire libre, sin mayor preparación que la confección de fogones delimitados por piedras. No obstante, a partir del  Alfarero Temprano se comenzó a preparar los asentamientos de manera más compleja. Hemos reconocido en varios sitios un patrón constructivo, que hemos llamado Las Perdidas y que presenta fechas alrededor de los primeros 500 años de esta Era, en el cual primero se excavó el suelo generando una oquedad semicircular, para luego en sus márgenes disponer rocas de gran tamaño las cuales servirán de base para una o dos hiladas de piedras más pequeñas que sobresalen del suelo.

 

Ambos tipos de ocupaciones de los cazadores recolectores, las del Arcaico y las del Alfarero Temprano, representan para el Alto Maipo, pese a ser geografía de alta montaña, la utilización del espacio no sólo como una vía de comunicación, sino que como un territorio en el cual las poblaciones se asentaron, seguramente, de manera estacional (Cornejo y Sanhueza 2010b Ms). Más tarde, sin embargo, ocurre un cambio importante en la manera en que los cazadores recolectores se vinculan con este territorio. Con mucha claridad en el periodo Tardío, aparece un patrón constructivo de refugios mucho mas expeditivo, caracterizado por pircas adosadas a grandes rocas que no necesariamente encierran recintos, lo que hemos llamado patrón Vega, y cuyos contextos se caracterizan por fogones extendidos y poco densos, propios de ocupaciones muy transitorias. Así, pareciera que para tiempos tardíos la forma en que los cazadores recolectores utilizaban este espacio cambió rotundamente, desde una ocupación más residencial a una más logística.

 

Esta investigación constaba de seis objetivos específicos, en los cuales se obtuvo el siguiente nivel de avance.

 

Objetivo 1. “Generar una base de datos que permita relacionar geográficamente ocupaciones de cazadores recolectores asignables a los períodos Arcaico IV, Alfarero Temprano e Intermedio Tardío, que incluya información de diferentes áreas interiores de Chile Central (valle y cordillera), respecto a patrones de asentamiento, distribución de recursos líticos y características del ambiente en el área de estudio

 

Este objetivo se cumplió cabalmente ya que se realizó prospecciones sistemáticas, sondeo y excavación de sitios de interés para el proyecto en cuatro localidades distintas de Chile Central, de acuerdo a lo programado. En la cordillera se conformó un conjunto de datos para el Alto Maipo y la cuenca cordillerana del río Aconcagua, mientras en el Valle produjimos información para Rungue-Montenegro y la Laguna de Aculeo. Este trabajo generó una base de datos que permite observar las diferencias en la utilización del espacio de Chile Central por parte de los cazadores recolectores, tanto Arcaicos como de periodos Alfareros. Las localidades Alto Maipo y Rungue-Montenegro, mostraron ser recurrentemente ocupadas por estas poblaciones (Cornejo y Sanhueza 2010a y b), mientras que la cordillera de río Aconcagua, especialmente en su tramo superior, aparentemente sólo fue utilizada ocasionalmente (Cornejo y Sanhueza 2010b). Por último, en la cuenca de la Laguna de Aculeo, no se registró ninguna ocupación de cazadores recolectores.

 

Objetivo 2. “Determinar los rangos temporales de la presencia tardía de grupos cazadores recolectores en el área de estudio, por medio de una secuencia cronológica detallada de los distintos asentamientos estudiados”.

 

Los datos cronológicos recolectados en 10 sitios excavados o sondeados permiten configurar un secuencia de ocupación con ciertos énfasis. En primer lugar, tal como se había observado previamente, algunos de los asentamientos de cazadores recolectores contemporáneos con el Alfarero Temprano presentan una secuencia de ocupación que empieza el Arcaico IV. Es el caso de los sitios Loma La Vainilla 4 (Rungue-Montenegro), con una fecha de 1000 a 810 años cal a.C., Vega Linda (Alto Maipo), con dos fechas de 800 a 720 años cal a.C. y 800 a 530 años cal a.C. y Las Perdidas (Alto Maipo), con una fecha de 2130 a 2090 años cal a.C. Otros dos sitios de Rungue-Montenegro, Los Valles 4 y Llanos de Rungue6, presentan en la base de la estratigrafía ocupaciones que por contexto serían atribuibles también al periodo Arcaico, pero de los cuales no se pudo obtener muestras para fechar.

 

Sobre estas ocupaciones Arcaicas sigue una potente ocupación asignable a cazadores recolectores contemporáneos con el periodo Alfarero Temprano de Chile Central. En estas cinco ocupaciones, así como en otras dos  que no tiene antecedentes arcaicos en el lugar (El Olvido en Alto Maipo y  Qda. Caiseo en Runge-Montenegro), significativamente los rangos temporales de 12 fechas se mueven principalmente entre los 150 años a.C. a 500 años d.C., es decir en la primera parte del Alfarero Temprano de Chile Central. Sólo se cuenta con una muestra asociada a una ocupación de cazadores recolectores más tardía dentro de periodo Alfarero Temprano, del sitio Los Valles 4 (Rungue-Montenegro) y fijada en 590 a 670 años cal d.C.

 

Se dispone de muy pocas evidencias cronológicas de ocupaciones asignables a los periodos Alfareros más tardíos. Una fecha del sitio Los Valles 4 demuestra que éste se siguió utilizando en el periodo Intermedio Tardío, entre los años 990 y 1280  años cal d.C., lo cual es congruente con el hallazgo de fragmentos de vasijas del estilo Aconcagua Salmón en la superficie y primeros niveles del sitio. Por su parte en Rungue-Montenegro el sitio Loma la Vainilla 1, presenta un fechado localizado en 1160 a 1400 años cal d.C., aunque esta ocupación no tiene asociada cerámica de ningún tipo. Para el periodo Alfarero Tardío se cuenta con dos fechados en estas ocupaciones de cazadores recolectores. El Rungue-Montenegro el sitio Llanos de Rungue 6 está ubicado en 1520 a 1680 años cal d.C. y en el Alto Maipo el sitio Los Flojos A4 se ubicaría en un rango temporal de 1440 a 1630 años cal d.C. Este último fechado sería coherente con los materiales cerámicos tardíos asociados los otros sitios del patrón constructivo Vega definido para esta localidad.

 

De esta manera, pareciera por ahora que la mayor parte de las ocupaciones de cazadores recolectores post Arcaico se concentrarían en el principio de nuestra era, siendo contemporáneos con las Comunidades Alfareras Inciales identificadas en el valle y posteriormente con los grupos Llolleo y Bato. No existen por ahora mayores registros de ocupaciones del periodo Alfarero Intermedio Tardío, mientras que para el Tardío, al menos en el Alto Maipo, vuelven a hacerse frecuentes. Esto es coherente con la continuidad histórica de cazadores recolectores en la región trasandina de Cuyo (Saavedra 2010 Ms.).

 

Por último, dos sitios al aire libre estudiados en el Alto Maipo mostraron ocupaciones asignables al periodo Arcaico. En el sitio Holoceno representa ocupaciones que reiteradas a lo largo del Arcaico IV, con fechas de 3360 a 3250 años cal a.C., 2900 a 2560 años a.C. y 1530 a 1560 años cal a.C., mientras que el sitio El Plomo tendría en su base una ocupación del fin del Arcaico III, con una fecha de 3950 a 3660 años cal a.C., y en los estratos superiores una ocupación Arcaico IV con una fecha de 1510 a 1390 años cal a.C.

 

Objetivo 3. “Definir las diversas estrategias tecnológicas líticas que se identifiquen en los contextos a estudiar, en términos de aprovisionamiento de materias primas, procesos de producción, utilización y descarte instrumental y organización de áreas de actividad lítica”.

 

En consecución de este objetivo se trabajo en dos líneas. Por un lado, se abordó desde el punto de vista metodológico en la definición de los énfasis de las estrategias tecnológicas. Se desarrolló (Cornejo y Galarece 2008 en prensa) una herramienta cuantitativa dirigida a dimensionar el continuo que existiría entre las tecnologías expeditivas y las curativas, también llamadas conservadas. Nuestra herramienta, llamada Índice C, se basaría en determinar la importancia de la talla bifacial en cada contexto. Los resultados de su utilización (Galarce et al. 2008 en prensa; Cornejo y Galarce 2009 en prensa) han sido de gran importancia para comprender las diferencias, tanto entre distintas ocupaciones de cazadores recolectores, como con grupos horticultores y alfareros.

 

Por otro lado, se ha podido identificar que las localidades ocupadas por cazadores recolectores (la cuenca cordillerana norte del Maipo, estudiada previamente, Rungue-Montenegro y el Alto Maipo), se caracterizan por contextos de aprovisionamiento lítico locales, siendo en cada una de éstas tres el uso y disponibilidad de rocas distinto. Por un lado, el Alto Maipo es un territorio donde predomina la obsidiana, en algunos caso superando el 90 % (Peñaloza 2010 Ms; Miranda y Peñaloza 2010 Ms), lo cual se entiende básicamente por la cercanía a la fuente ubicada en los faldeos NE del volcán Maipo. En colaboración con el Laboratorio de Geoarqueología de la Universidad de Nacional de Cuyo (Mendoza) se realizó análisis de proveniencia de un total de 22 muestras tomadas en distintos sitios de la localidad, cuyos resultados indican que 17 provienen de las fuentes entorno a la cercana Laguna del Diamante, dos provendrían de la fuente las Cargas (uno 150 km al sur) y dos serian de fuentes desconocidas. Por su parte en la cuenca cordillerana de lado norte de Maipo, pese a no estar a gran distancia de la Laguna del Diamante, las frecuencias de obsidiana caen abruptamente, siendo remplazada por el sílice del cual se han encontrado un par de fuentes locales. Esta diferencia, de hecho, ha sido planteada (Cornejo y Sanhueza 2010b Ms), como producto del acceso diferencial a estos recursos por parte de dos comunidades de cazadores recolectores distintas que coexistirían. Por último, la localidad Rungue-Montenegro presenta su propia disponibilidad de fuentes de materia prima, ya que la formación geológica en que se encuentra es rica en afloramientos de sílices y de otras rocas silicificadas muy aptas para la talla bifacial (Aguilera 2010 Ms), rocas que se encuentran presentes en las industrias líticas locales en porcentajes superiores al 80% en muchos casos.

 

Objetivo 4.Distinguir y especificar las estrategias de movilidad posibles de inferir entre diversas áreas interiores de Chile Central, de acuerdo a las características contextuales de los asentamientos estudiados”.

 

Los datos aportados por el proyecto permiten proponer que la movilidad de los cazadores recolectores parece no haber sufrido grandes cambios entre el periodo Arcaico IV y el Alfarero Temprano, pese la incorporación de nuevas tecnologías (alfarería y cultivos) y a tener que compartir el espacio con grupos que progresivamente se hacían más sedentarios y preocupados de mantener campos con cultivos. Durante este largo tiempo parece haber funcionado bajo dos parámetros que los caracterizan. Desde el punto de vista del tipo de movilidad términos generales se puede observar que la mayor parte de los sitios utilizados durante el arcaico IV siguieron siendo utilizados de la misma manera durante el Alfarero Temprano, generando una red de asentamientos de distinto tipo que caracterizaría un movilidad de tipo logística. La localidad del Alto Maipo, parece haber tenido una peculiaridad en este sentido, ya que el paso de utilizar sitios abiertos sin preparación a sitios con refugios tipo “casas pozo” relativamente aglutinados denota que, al menso en esta localidad, asentamientos de tareas son remplazados por campamentos residenciales (Cornejo y Sanhueza 2010b). Por otro lado, en el río Maipo hemos propuesto (Cornejo y Sanhueza 2010a Ms) que existirían dos comunidades distintas, una en el norte y otra en el sur, cada una de las cuales aparentemente no tendría presencia en el territorio de la otra. Esto nos está señalando que existirían territorio definidos para cada comunidad y, por lo tanto, patrones de movilidad que se confinarían dentro de ellos. Muy probablemente, la localidad de Rungue-Montenegro podría ser parte del territorio de movilidad de los grupos definidos para la cuenca cordillerana norte del Maipo. Cabe señalar que unos de los rasgos característicos de los asentamientos de Rungue-Montenegro es la asociación con piedras tacitas (Planella et al. 2010 Ms) y que al menos en una sitio del Maipo Norte, Los Azules 4, se verificó anteriormente la presencia de piedras tacitas.   

 

Objetivo 5. “Evaluar la forma en que cazadores recolectores habrían incorporado y adaptado las innovaciones aportadas por las poblaciones hortícolas/agrícolas y alfareras. En el caso de la alfarería se podrá énfasis en reconocer los procesos involucrados en su adquisición y las principales funciones asignadas. En el caso de los cultivos, se podrá énfasis en determinar los principales productos a los cuales los cazadores recolectores tuvieron acceso y en determinar la importancia dentro de su economía”.

 

Pese a la baja frecuencia que en general caracteriza los conjuntos alfareros asociados a los contextos de cazadores recolectores (Jara 2008 Ms.) ha sido posible, al menos para el Alfarero Temprano, observar que una parte de las vasijas fueron utilizadas en actividades de cocina, mientras que otras, especialmente las vasijas decoradas y de paredes delgadas, nunca fueron sometidas al fuego. No obstante, la mayor parte de las vasijas por ellos utilizadas corresponderían a la primera categoría, principalmente vasijas restringidas con cuello, tipo ollas, de tamaños medianos y pequeños, es decir para la cocina de un grupo no muy grande de personas. Además, su tamaño y características morfológicas las hacen completamente compatibles con un modo de vida móvil y fueron detectadas tanto en asentamientos caracterizados como residenciales como de tareas y de uso esporádico. Para momentos más tardíos sin embargo se produce un cambio en la manera en que se comportan los contextos alfareros asociados a cazadores recolectores, al menos en la localidad Alto Maipo, advirtiéndose un incremento de las vasijas no directamente relacionadas con las actividades de cocina. En los sitios del patrón constructivo Vega, que hemos asignado a ocupaciones ocasionales de cazadores recolectores del periodo Tardío, una parte importante de las vasijas corresponden a tipos decorados, especialmente Inka loca, y suponemos que precisamente una de las razones que podrían tener estos grupos para ocupar este territorio, asociado al paso trasandino del Maipo, seria acceder a estos bienes de alto valor social y ceremonial (Cornejo y Sanhueza 2010b Ms).

 

La otra innovación a la cual tuvieron acceso los cazadores recolectores tardíos fueron precisamente los cultivos. Esta situación, no obstante, debe ser puesta en la perspectiva de que los cultígenos más antiguos en Chile Central se dieron precisamente entre los grupos de finales del periodo Arcaico. Estudios arqueobotánicos previos realizados en el sitio Las Morrenas 1 confirmaron la presencia en los niveles Arcaico IV de frutos carbonizados de cf. Chenopodium quinoa, un recurso vegetal rico en proteinas y aminoácidos esenciales, probablemente introducido desde territorios trasandinos. Nuevos resultados obtenidos en el sitio El Plomo en Alto Maipo, han reafirmado la presencia de este tipo de cultígeno, tanto en estado carbonizado como desecado, en los estratos correspondientes al periodo Arcaico IV, con fechas de 1510 a 1390 años cal a.C. Esta última condición ha posibilitado, en forma excepcional, dar inicio a estudios de filiación genética, ADN, en centros especializados de Francia y Nueva Zelandia cuyos resultados están en espera. Se destacó además la significativa presencia, al igual que en Morrenas 1, de Poaceae, un  recurso con alto contenido en hidratos de carbono (Planella et al. 2010b Ms).

 

Con respecto a conocimiento y utilización de cultivos en cazadores recolectores post arcaicos, destacamos la información obtenida en Estero Los Valles 4 (Planella et al 2010a), uno de los 26 sitios con bloques con tacitas que han sido estudiado en el proyecto. El análisis de macrorrestos recuperados de columnas de muestreo en distintos sectores y locus de actividad, confirmó la asociación de recursos silvestres (Prosopis chilensis, Fragaria chilensis, Scirpus sp.) y cultivados (Zea mays y Chenopodiumquinoa) a manos de moler de forma circular y cerámica del Alafarero Temprano. Como en otros sitios, se tomó 24 muestras de residuos adheridos al interior de las tacitas para estudio de microfósiles, que dio como resultados iniciales la presencia de fitolitos de Ciperaceae, almidones de Solanum maglia, y almidones aglutinados, rasgo tafonómico que indica algún tipo de procesamiento al interior de las tacitas. Lo mismo ocurre también en muestras tomadas en tacitas del sitio ST2, con almidones de Zea mays que presentaron notoria apertura del hilo y depresión en el centro (Planella et al. 2010c).

 

 

Objetivo 6. “Caracterizar las estrategias de utilización de recursos faunísticos por parte de grupos cazadores recolectores en áreas interiores de Chile Central, ponderando factores culturales y naturales que inciden en la conformación de los conjuntos arqueofaunísticos presentes en los asentamientos estudiados”.

 

Este es el objetivo sobre el cual menos se avanzó en el trascurso de esta investigación ya que prácticamente ninguno de los sitios estudiados permitió rescatar un contexto osteofaunístico adecuado para ser estudiado. Esto se debe en gran medida a que todos los asentamientos de cazadores recolectores, tanto arcaicos como de tiempos alfareros, que se excavó corresponden a sitios al aire libre, donde las condiciones no son favorables a la preservación de materiales orgánicos.

 

Para intentar suplementar este objetivo se recurrió al contexto mejor conservado de los sitios de cazadores recolectores que fueron estudiados previamente, representado en los estratos del Arcaico IV y de cazadores recolectores del periodo Alfarero Temprano del alero Los Queltehues. Este estudio (Labarca y Galarce 2010 Ms.) se centró en intentar evaluar si existían cambios significativos en el uso de la fauna entre la ocupación Arcaico IV y Alfarero Temprana del sitio, considerando las frecuencias taxonómicas, el aprovechamiento de las partes de los animales y la forma en que se procesaban los animales. Los resultados obtenidos muestran que no existen diferencias significativas entre ambos periodos en ninguna de las conductas de utilización de la fauna; la mayor parte de las presas son camélidos, se utilizan más o menos las mismas partes de los animales y no existirían evidencias de que la incorporación de las vasijas de alfarería significara la utilización de los huesos para la extracción de grasas vía el hervido de partes. Los conjuntos líticos de ambos componentes evaluados, a su vez, tienden a confirmar una suerte de continuidad en la forma de ocupar el sitio, en una lógica residencial fuertemente orientada a las actividades de caza, pero con diferencias en la intensidad de la ocupación, más intensa durante el Alfarero Temprano que en momentos anteriores del Arcaico IV.

 

Este resultado permite cuestionarse que es lo que se estaría cocinando en las vasijas encontradas en este sitio y en todos los otros sitios de cazadores recolectores tardíos. Seria adecuado considerar entonces, que la mayor parte de los cultivos que eran posibles de adquirir por la coexistencia con los horticultores (quínoa, maíz, porotos, entre otros), así como los silvestres disponibles, requieren de cocción para convertirse en un alimento apto para seres humanos. Así se formaría un interesante vínculo entre vasijas y el mundo vegetal que deberá ser explorado en el futuro. 

 

Obviamente, estas conclusiones, que sólo se basan en un asentamiento, pueden no ser generalizables a todo el contexto en estudio, especialmente considerando las características funcionales del sitio, probablemente un sitio de tarea.

 

 

 

 

 

    

 

 

  

 

     

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