Segunda Circular XXI Congreso Nacional de Arqueología Chilena

 

El Departamento de Antropología de la Universidad Alberto Hurtado y la Sociedad Chilena de Arqueología convocan a la presentación de Simposios, ponencias y paneles para el XXI Congreso Nacional de Arqueología Chilena.

De acuerdo a las definiciones presentadas por la Comisión Organizadora en la primera circular se aceptarán propuestas de Simposios que busquen abrir debate y convoquen a un espectro lo más amplio posible de especialistas. Estos simposios se deberán ajustar a un formato de medio día incluyendo entre 7 y 8 ponencias, más un espacio para comentarios, o de un día completo con un total de entre 16 y 18 ponencias, más un espacio para comentarios. Este espacio para comentarios puede organizarse como conclusiones preparadas por un(a) comentarista invitado(a), un panorama ofrecido por lo/as relatore/as del simposio o un panel abierto entre los(as) ponentes. En cualquier caso, la Comisión Organizadora se reserva el derecho a asignar una propuesta aceptada a un formato distinto al elegido por los(as) proponentes.

Las propuestas deben hacerse llegar al correo electrónico xxicnach@uahurtado.cl hasta el 30 de diciembre del 2017 y deberán incluir una descripción de la temática a abordar con una extensión de entre 400 y 500 palabras, el nombre, filiación institucional y correo electrónico de los(as) relatores(as). Además tendrán que incluir un listado de al menos cuatro ponencias que hayan comprometido su participación en el simposio y que será el tope mínimo para que un simposio previamente aceptado para que se realice efectivamente.

Los criterios para la aceptación de un Simposio consideran especialmente el grado de transversalidad de la propuesta, la cantidad de ponentes que hayan comprometido su participación y la diversidad temática que ellos representen. La Comisión Organizadora informará a los(as) proponentes sobre la aceptación de la propuesta durante la segunda semana de enero de 2018.

Paralelamente se invita también a la presentación de PONENCIAS para los Simposios que fueron previamente definidos por la Comisión Organizadora. Estas propuestas deberán ser dirigidas a los relatores(as) de cada Simposio y deberán presentarse como un resumen extendido de no menos de 1000 palabras, indicado un título breve y conciso, nombre de los exponentes y los datos de contacto de él o la autora correspondiente.  Serán los relatores(as) de cada Simposio los que deberán dirimir si una ponencia es aceptada en su simposio, pudiendo proponer su presentación en una Sección de Comunicaciones o de Paneles. La fecha final para la recepción de propuestas de ponencias para estos simposios es el 30 de marzo de 2018.

Simposio I: DISCUTIENDO EL PARADIGMA NEOLÍTICO EN LA ARQUEOLOGIA CHILENA Y ÁREAS ALEDAÑAS. Relatores: Lorena Sanhueza (Departamento de Antropología, Universidad de Chile. loresan@uchile.cl) y Mauricio Uribe (Departamento de Antropología, Universidad de Chile. mur@uchile.cl). (ver Anexo).

Simposio II:  INTERACCIÓN CULTURAL, RELACIONES SOCIALES Y MATERIALIDAD. Relatores: Francisco Gallardo Ibáñez (Programa de Antropología y Centro Interdisciplinario de Estudios Interculturales e Indígenas Pontifica Universidad Católica de Chile. fgallardo.ibanez@gmail.com) y Leonor Adán Alfaro (Dirección Museológica. Universidad Austral de Chile. ladan@uach.cl).  (ver Anexo).

Simposio III: ESTRATEGIAS TECNOLÓGICAS Y MÉTODOS DE ANÁLISIS: APLICACIONES AL MATERIAL ARQUEOLÓGICO. Relatores: Fernanda Falabella G. (Departamento de Antropología, Universidad de Chile. ffalabella@vtr.net) y José Francisco Blanco (Departamento de Antropología, Universidad Alberto Hurtado. joblanco@uahurtado.cl).  (ver Anexo).

Simposio IV: SOCIEDADES HUMANAS Y MEDIOAMBIENTE. Relatores: Isabel Cartajena (Departamento de Antropología, Universidad de Chile.  isabel.cartajena@gmail.com) y Calogero M. Santoro (Instituto de Alta Investigación, Universidad de Tarapacá. calogero_santoro@yahoo.com). (ver Anexo).

Simposio V: COSTUMBRES Y DIETA EN ALIMENTACIÓN: CONFLUENCIA ENTRE NATURALEZA, CULTURA Y SOCIEDAD. Relatores: María Teresa Planella (Sociedad Chilena de Arqueología. mtplanella@gmail.com), Rafael Labarca (Instituto de Ciencias de la Tierra & Evolutivas, Facultad de Ciencias, Universidad Austral de Chile. r.labarca.e@gmail.com) y Virginia McRostie (Departamento de Antropología, Pontificia Universidad Católica de Chile. vimcrostie@uc.cl). (ver Anexo).

Se invita también a la presentación de ponencias para las sesiones de COMUNICACIONES, las cuales en esta oportunidad se han organizado en cinco áreas de especialización que agrupan a los principales tipos de sociedades que se pueden reconocer en el registro arqueológico en el territorio nacional y áreas vecinas. Estas propuestas deben ser dirigidas a los relatores de las sesiones respectivas por medio de un resumen extendido de no menos de 1000 palabras, indicado un título breve y conciso, nombre de los exponentes y los datos de contacto de él o la autora correspondiente.  Serán los relatores(as) de cada sesión de Comunicaciones los que deberán dirimir si una ponencia es aceptada considerando principalmente sus aportes sustanciales al tema central de cada sesión, pudiendo proponer su traslado a la sesión de Paneles cuando sea más adecuado para la propuesta presentada. La fecha final ara la recepción de propuestas de ponencias para estos simposios es el 30 de marzo de 2018.

SOCIEDADES CAZADORAS Y RECOLECTORAS. Relatores: Flavia Morello (Centro de Estudios del Hombre Austral, Instituto de la Patagonia, Universidad de Magallanes, flavia.morello@umag.cl) y Rodrigo Loyola (rodarkeo@gmail.com).

SOCIEDADES QUE SE INICIAN EN LA AGRICULTURA, PASTOREO Y/O PRODUCCIÓN ALFARERA. Relatores: Alejandra Vidal (Facultad de Patrimonio y Educación Universidad Internacional SEK, alejandra.vidal@usek.cl) y Flavio Ardiles (faardiles@gmail.com).

SOCIEDADES AGRÍCOLAS Y/O PASTORAS. Relatores: Roberto Campbell (Departamento de Antropología, Pontificia Universidad Católica de Chile. r.campbellt@gmail.com) y Antonia Escudero (antomorgana@gmail.com).

SOCIEDADES DURANTE EL PERIODO INKA. Relatores: Daniel Pavlovic (Departamento de Antropología, Universidad de Chile, daniel.pavlovic@gmail.com) y Natalia La Mura (amilay@gmail.com).

Sesión V: SOCIEDADES DE LOS PERIODOS COLONIAL Y REPUBLICANO. Relatores: Simón Urbina (simon.urbina.a@gmail.com) y Javiera Letelier (Universidad Austral, javieraletellier@gmail.com).

Por último, se convoca a enviar propuestas para la sesión de PANELES la cual espera recibir ponencias cuyo contenido se exprese mejor de manera gráfica. Las propuestas deberán enviarse a la Comisión Organizadora (xxicnach@uahurtado.cl) con un resumen de 400 palabras y un listado de los elementos gráficos a los cuales recurrirá. Estos Paneles estarán expuestos durante todo el desarrollo del Congreso, pero se fijará un horario en el cual los autores estarán junto a sus paneles para responder preguntas y dar más detalles sobre su presentación. Los Paneles deberán ser impresos  en tamaño A0 (84,1 x 118,9 cm) y se entregarán a la Comisión Organizadora junto con la inscripción de él a la expositora. Las propuestas de Paneles se recibirán en el correo xxicnach@uahurtado.cl hasta el 30 de marzo de 2018.

 

Todos los trabajos presentados en las distintas sesiones del congreso (Simposios, Comunicaciones y Paneles) serán publicados como número especial del Boletín de la Sociedad Chilena de Arqueología, revista que actualmente se encuentra indexada en Latindex Catálogo. Por esta razón todos los artículos que se presenten serán sometidos al proceso editorial de esta revista.

 

COMISIÓN ORGANIZADORA

Sociedad Chilena de Arqueología

Gloria Cabello B. (Presidenta)

Elisa Calás P. (Secretaria)

Daniela Valenzuela R. (Directora)

Universidad Alberto Hurtado

Luis E. Cornejo B.

Verónica Baeza D.

Victoria Castro R.

Boris Santander P.

Contacto: xxicnach@uahurtado.cl   / www.scha.cl/index.php/eventos/congresos-nacionales

 

 

ANEXO

Simposio I: DISCUTIENDO EL PARADIGMA NEOLÍTICO EN LA ARQUEOLOGIA CHILENA Y ÁREAS ALEDAÑAS. Relatores: Lorena Sanhueza (Departamento de Antropología, Universidad de Chile. loresan@uchile.cl) y Mauricio Uribe (Departamento de Antropología, Universidad de Chile. mur@uchile.cl).

“Sabemos, por el testimonio concordante de la arqueología, la prehistoria y paleontología, que la Europa actual estuvo habitada al principio por diversas especies del Homo que utilizaban herramientas de sílex groseramente talladas; que a estas primeras culturas han sucedido otras, en las que la talla de la piedra se afina; después se acompañada del pulido y del trabajo en hueso y del marfil; que la cerámica, el tejido, la agricultura y el ganado siguieron en su aparición, asociados progresivamente a la metalurgia, de la que también podemos distinguir las etapas. Estas formas sucesivas pues en el sentido de una evolución y de un progreso: unas son superiores y las otras inferiores. Pero si todo esto es cierto, ¿cómo es que estas distinciones no han reaccionado inevitablemente ante la manera en que tratamos las formas contemporáneas, sino presentando entre ellas separaciones análogas? Nuestras conclusiones corren el riesgo de estar en tela de juicio por este nuevo giro” (Lévi-Strauss, Raza e Historia en Raza y Cultura 1999, p. 43).

En una reciente síntesis, Lumbreras (2006) interpeló la forma en cómo hemos construido los procesos Formativos de la prehistoria americana y su secuencia cronológica en general. Desde su perspectiva crítica, la definición de este período resulta de la tensión generada entre la visión evolucionista lineal del colonialismo europeo y el imperialismo norteamericano, reactivo a su vez al historicismo boasiano, lo que ha dado lugar a aproximaciones neo y multi-evolucionistas que intentan explicar los cambios como un tránsito lógico y esperable de períodos y la sucesión de pueblos diferentes, unos mejores que otros. En este contexto y a través del derrotero establecido por Childe (1971), Steward (1955), White (1982) y Wittfogel (1966 [1957]) entre otros, el Formativo americano no sería otra cosa que el correlato del Neolítico europeo. Así, este paradigma, que ha vinculado unívocamente la sedentarización con la producción de alimentos, el surgimiento de la alfarería y la complejidad social, se encuentra profundamente arraigado en nuestra disciplina, a pesar de los múltiples casos que constantemente lo ponen en tensión.

Como bien señala Lumbreras, hoy se cuestiona el valor evolutivo y cronológico del concepto puesto que hay Formativos de muy diferente data, escala y características culturales. En sus términos, “No es indicador de período ni de época. En cada región su uso difiere, aunque, sin embargo, se mantiene, como se mantienen las categorías de Neolítico o similares” (Lumbreras 2006: 13).

Hoy, a más de un siglo acuñado el término y extendido a toda la América precolombina a través de conceptos como estadio Agroalfarero o período Formativo, invitamos a seguir discutiendo esta relación. Se esperan contribuciones que revisen estas transformaciones en los modos de ocupación del espacio y la movilidad, en relación al manejo y producción de recursos, agricultura y nuevas tecnologías. La idea es que a través de estudios concretos y bajo una perspectiva crítica, podamos permitan discutir estas materias de manera específica y comparativa, ya sea de procesos consolidados o en desarrollo y de todas las latitudes, escalas y rangos cronológicos en Chile y áreas vecinas.

Simposio II:  INTERACCIÓN CULTURAL, RELACIONES SOCIALES Y MATERIALIDAD. Relatores: Francisco Gallardo Ibáñez (Programa de Antropología y Centro Interdisciplinario de Estudios Interculturales e Indígenas Pontifica Universidad Católica de Chile. fgallardo.ibanez@gmail.com) y Leonor Adán Alfaro (Dirección Museológica. Universidad Austral de Chile. ladan@uach.cl).

En la historia humana reciente los tempranos viajes con propósitos comerciales alcanzaron características épicas por sus consecuencias transformadoras de las culturas en contacto como del contexto global. Esta interacción social permitió flujos de nuevos conocimientos y prácticas y el establecimiento de nuevas relaciones políticas y económicas. No se trataba de algo inusual, pues como Eric Wolf (1982) insistió en Europe and the People Without History: “human populations construct their cultures in interaction with one another, and not in isolation”. Interacciones que en cada uno de los casos conocidos toma la forma de movimientos recíprocos, relaciones de poder, transacciones que son el medio de producción de vínculos sociales y simbólicos que deben actualizarse permanentemente en condiciones económicas y sociales heredadas y no elegidas.

La materia básica de las relaciones interculturales reposa sobre la reciprocidad, en las obligaciones de dar, recibir y devolver que adquieren los actores.  Procesos de intercambio cuyos ciclos deben ser conservados y amplificados incluso cuando no existe la voluntad política para realizarlos o cuando se busca un ocultamiento de las asimetrías. Este asunto fue tempranamente observado por Claude Levi-Strauss quien reparó cómo Existe una vinculación, una continuidad, entre las relaciones hostiles y el abastecimiento de prestaciones reciprocas. Los intercambios son guerras resueltas en forma pacífica; las guerras son el resultado de transacciones desafortunadas.  Este rasgo se pone de manifiesto en el hecho de que el pasaje de la guerra a la paz, o por lo menos, de la hostilidad a la cordialidad se opera por intermedio de gestos rituales (1969: 107).

La reflexión arqueológica aborda recurrentemente la expresión y consecuencias de las interacciones culturales como vemos en el empleo de términos como contactos culturales, elementos foráneos, circuitos de interacción, esferas de cotradición, entre otros. En el estudio de la movilidad subyace la idea del establecimiento de redes y contactos culturales. La forma que toman las relaciones sociales como de los espacios culturales que se generan ha permitido el reconocimiento de relaciones fronterizas, interculturales, interétnicas como asimismo la definición de bordes o fronteras, espacios de interdigitación, zonas liminales. Los referentes y supuestos teóricos de estas formulaciones portan explícita e implícitamente nociones sobre las formas sociales y sus capacidades o agencias.

Aunque para muchos el fondo de la interacción cultural está incrustado en la economía, es igualmente evidente que estas circulaciones tienen un carácter social necesario para la activación de un network abierto a cuestiones tan diferentes como el ejercicio del poder, la construcción de identidades o la apertura a la innovación. Temas que este simposio espera explorar desde la arqueología, la bioantropología y la etnohistoria.

Simposio III: ESTRATEGIAS TECNOLÓGICAS Y MÉTODOS DE ANÁLISIS: APLICACIONES AL MATERIAL ARQUEOLÓGICO. Relatores: Fernanda Falabella G. (Departamento de Antropología, Universidad de Chile. ffalabella@vtr.net) y José Francisco Blanco (Departamento de Antropología, Universidad Alberto Hurtado. joblanco@uahurtado.cl).

La tecnología ha estado siempre en el centro de la investigación arqueológica. Su estudio fue basal a la construcción científica de la disciplina y, desde entonces, ha adquirido cada vez mayor relevancia como fenómeno eminentemente social. Existen distintas estrategias tecnológicas, quizá tantas como pueblos en el planeta o la historia. Esta gran diversidad de soluciones, a problemas para la reproducción social y de creaciones tecnológicas de nuevos campos de acción humanos, constituye parte importante de lo que impulsa nuestro análisis arqueológico de mundos pasados y presentes.

Las estrategias tecnológicas involucran a lo material, en distintas formas y escalas. Pero también, pueden plantearse como conjuntos de ideas, lógicas y prácticas que subyacen a sistemas económicos, ideológicos y de relaciones sociales; todos ellos de capital importancia para la definición de las identidades humanas que estudia la arqueología. El presente simposio define como su estrategia de convocatoria, a la transversalidad de las aproximaciones en el estudio de la tecnología, abarcando diversos énfasis teóricos, metodológicos y materiales.

Sus ponencias, en conjunto, deberían representar una amplia gama de procesos y decisiones involucradas en la manufactura, uso y descarte de objetos de toda índole. Así, esperamos que dialoguen las tecnologías en distintos materiales, sean éstos cerámicas, líticos, metales, botánicos, faunísticos, textiles o cesterías, entre muchos otros posibles. Invitamos, también, a la discusión entre métodos de análisis, en escalas amplias y comparativas que permitan, a las distintas especialidades, interactuar y aprender cada uno del otro, de la manera más integrativa posible

Simposio IV: SOCIEDADES HUMANAS Y MEDIOAMBIENTE. Relatores: Isabel Cartajena (Departamento de Antropología, Universidad de Chile.  isabel.cartajena@gmail.com) y Calogero M. Santoro (Instituto de Alta Investigación, Universidad de Tarapacá. calogero_santoro@yahoo.com).

El último máximo glacial fue escenario de una expansión planetaria del Homo sapiens que alcanzó hasta América en fechas aún en debate. Independientemente de la antigüedad de este ingreso y dispersión hacia los 11.000 a 10.000 años (calibrados) los rincones más recónditos del continente, como los altos Andes, la Patagonia Austral, el Desierto de Atacama ya habían sido adoptados por distintos grupos sociales que dieron inicio a procesos socioculturales relativamente independientes. 9.000 a 8.000 años más tarde los europeos que recolonizaron el continente se encontraron con una diversidad de pueblos con idiomas, sistemas de creencia y organización socio política, que para el caso de los Andes, según lo registrado por John Murra (2002), los llevó a decir «Nos hazen mucha ventaja», luego de sus primeras impresiones y percepciones acerca de los «logros andinos».

Mientras Rafaela Carra gritaba a los cuatro vientos en los años setentas que “para hacer bien el amor hay que venir al sur”, Nino Bravo declaraba, por la misma época, que cuando Dios había creado el Edén había pensado en América. América es un territorio ideal para la expansión humana, más aún hacia finales del Pleistoceno (ca. 25.000-20.000 años calibrados antes del presente) cuando cazadores recolectores estaban equipados con tecnologías y experiencias para enfrentar todo tipo de ecosistemas: selvas, costa, pampas y montañas, que hasta ese momento eran ambientes prístinos con escasos elementos o condiciones peligrosas o adversas al desarrollo de la especie, lo que les permitió, por ejemplo, muy tempranamente lograr incluso romper la barrera de territorios con hipoxia.

Este simposio está dirigido a abrir debate sobre los distintos procesos de humanización de América con especial referencia a los sistema ecológicos que forman parte del territorio en el que se circunscribe Chile, pero con una visión que evite el modelo de análisis que se asemeja al juego de niños “Buenos días su señoría mantantirulirula”, vale decir encerrados en las férreas líneas fronterizas de los actuales países de Sud América; que en nada se comparan con la interacción territorial que desarrollaron las sociedades humanas hasta comienzos del siglo 19.

Por lo tanto, se espera que los participantes presenten panoramas globales interdisciplinarios y transnacionales sobre temáticas y problemas como modelamiento de los procesos de colonización y dispersión de grupos humanos; las series de radiocarbono, demografía, procesos culturales y cambios ecológicos; lecciones del pasado, trayectorias socio-culturales y posible procesos de ecocidio, sus efectos en los grupos humanos y los ecosistemas; poblamiento inicial de Sud América, visiones transnacionales desde distintos territorios del cono sur; Procesos de desarrollo y transformación de sociedades de cazadores recolectores durante el Holoceno; procesos avanzados de domesticación de los territorios.

Simposio V: COSTUMBRES Y DIETA EN ALIMENTACIÓN: CONFLUENCIA ENTRE NATURALEZA, CULTURA Y SOCIEDAD. Relatores: María Teresa Planella (Sociedad Chilena de Arqueología. mtplanella@gmail.com), Rafael Labarca (Instituto de Ciencias de la Tierra & Evolutivas, Facultad de Ciencias, Universidad Austral de Chile. r.labarca.e@gmail.com) y Virginia McRostie (Departamento de Antropología, Pontificia Universidad Católica de Chile. vimcrostie@uc.cl).

La alimentación en el ser humano tiene tan largo historial como la presencia misma de la Humanidad en la Tierra, ya que es uno de los procesos más esenciales de los seres vivos, inherente a la procuración de nutrientes y energía que sostienen la sobrevivencia. La contemplación de la naturaleza, experimentación y selección han sido actitudes que confluyen en un marco de interacción definido por su origen social y cultural y por tanto, diverso. Desde esta perspectiva, la alimentación “es el lugar de encuentro entre la naturaleza y la cultura” (Hastorf 2017).  No obstante, hay una larga cadena de pasos y actividades incluidas en esta línea conceptual, que culminan con la ingesta misma de un alimento y que muestran cambios o variaciones en sus conjuntos artefactuales, así como de recursos vegetales y faunísticos a lo largo del tiempo y de los desarrollos culturales en las sociedades del pasado.

De ahí que se amplían los marcos de investigación hacia temas estrechamente relacionados entre sí. Interesan los diversos ecosistemas y estacionalidad; los artefactos adecuados a la caza, pesca y recolección o a la producción de alimentos; morteros, molinos, manos, y procesamientos; recipientes o vasijas y sus contenidos en residuos de origen animal o vegetal  y datos de comensalidad y estatus; domesticación; tipos de depósitos para almacenamiento; los contextos de uso; experimentación en combinaciones de productos con atributos y composiciones químicas diferentes; la movilidad de los grupos e intercambio; los posibles significados sociales y económicos;  y el aporte de las etnocategorías botánicas  y etnografía en general, que delatan percepciones culturales locales y particulares de la naturaleza y su aprovechamiento.

Los contenidos de este simposio se proponen con espacios equilibrados entre las investigaciones arqueofaunísticas, arqueobotánicas, trabajos sobre dieta e isótopos estables y antropología física. Interesan también temas relacionados con modos tradicionales de preparación de alimentos aportando a la memoria social y recreación de identidades locales o regionales, y también aquellos que registran evidencias del impacto y cambios producidos por la introducción de recursos y tecnologías europeas.